"FERNANDO MONTES DE OCA"

"FERNANDO MONTES DE OCA"

viernes, 20 de enero de 2017

“LA TAREA DEL DOCENTE UNA TRANSFORMACIÓN RADICAL."

“UNA TRANSFORMACIÓN RADICAL, IMPLICA VIVIR UNA REFORMA EDUCATIVA TODOS LOS DÍAS, EN LA COTIDIANIDAD DE LAS AULAS Y LA ESCUELA”

Mi nombre es Deysi Liliana Hernández Martínez; en esta nueva etapa de mi profesión me reencontré  conmigo misma y  descubrí una nueva forma  de ver la docencia, con la ayuda de la teoría, conocimientos y aportaciones  que adquirí  de mis compañeros de la  maestría comprendí el verdadero  propósito y significado de mi labor así mismo la gran encomienda que tengo para con mis alumnos y padres de familia.
(Aranguren, 1996). Plantea que la ética tiene una dimensión de constructividad de lo público, cómo vivir esta realidad pública y transformarla, pasar de una ética de los derechos a una ética de las responsabilidades.
Nos encontramos ante la necesidad  de reconstruir  nuestra sociedad formada en valores   por lo que tomo postura a favor de la teoría sobre ética pública;  porque estoy de acuerdo con el autor  cuando dice que los maestros somos líderes ; soy una convencida de que la mejor inversión está  en  nuestra primera infancia porque es la base para forjar una nueva generación de hombres y mujeres capaces de asumir un compromiso social con valores íntegros para que su código de comportamiento  este encaminado hacia el logro de la ética  común que está asociado con la búsqueda de una vida en convivencia sana.
Soy maestra pero también soy madre y como toda madre de familia me preocupa la educación de mis hijos; y no hablo de la educación que van a recibir en la escuela sino de la educación que aprenden en casa; porque los niños solo son el reflejo de la familia y en ocasiones nuestra propia familia propicia la falta de respeto hacia nuestros semejantes, entonces cada familia es responsable de educar con valores es decir que los padres de familia somos los responsables por los actos de nuestros pequeños.
Soy maestra de educación preescolar y  los principios que pongo en práctica para que mis alumnos disfruten cada día es principalmente amor, tolerancia, respeto y humildad. Atiendo a 20 alumnos incluyendo a mis hijos un pequeño de 3° y una niña de 1°; mis hijos  y mis alumnos son mi prioridad cada día que amanece porque me levanto con grandes expectativas para cada uno de ellos; cada día espero que no falten para que  ellos no se pierdan de una oportunidad de establecer compañerismo, amor por el juego, canto, danza y arte.

El docente tiene un rol fundamental en la sociedad a través de la orientación, estimulación y acompañamiento del alumno que está formándose en las instituciones, es por ello que este, debe poseer y practicar en todas sus acciones los valores. Dentro de estas reflexiones y experiencias ante dicha práctica, es importante considerar cuatro valores fundamentales para el desempeño del individuo en la sociedad; siendo estos el respeto, honestidad, humildad y justicia.
Cabe destacar que si en el entorno familiar y en el educativo hemos sido formados en estos valores, nuestra práctica cotidiana y ciudadana será bajo la equidad, sencillez, consideración y empatía hacia el otro, propiciando así paz interna y tendremos una buena convivencia con la sociedad.
La disciplina empieza en casa enseñando a nuestros hijos que tienen derechos y  para hacerlos validos deben cumplir con ciertas normas que se establecen de acuerdo a las necesidades de cada familia, cuando la madre de familia  padre o cuidador realiza la limpieza tiene derecho a exigir que se mantenga limpio ese espacio, predicar con el ejemplo es la mejor forma de enseñar a nuestros hijos. Nuestra  meta como padres es  educar   no sólo para que nuestros pequeños hagan lo que es correcto, sino que disfruten haciéndolo; no sólo formar personas trabajadoras, sino personas que amen el trabajo.
La educación  en la escuela y la familia tienen la función de promover el desarrollo integral de la persona, preparar para la vida, educar en valores, transmitir conocimientos que conviertan a los individuos en seres útiles a la sociedad.
Paulo Freire, a este respecto, nos dice: “...La tarea del docente, que también es aprendiz, es placentera y a la vez exigente. Exige seriedad, preparación científica, preparación física, emocional, afectiva. Es una tarea que requiere, de quien se compromete con ella, un gusto especial de querer bien, no sólo a los otros sino al propio proceso que ella implica. Es imposible enseñar sin ese coraje de querer bien, sin la valentía de los que insisten  mil veces antes de desistir. Es imposible enseñar sin la capacidad forjada,  inventada, bien cuidada, de amar”
La verdadera reforma educativa no se  trata de una técnica, de un sistema, de un método de aprendizaje o de  transmisión de conocimientos. Se trata de un modo de ser, pensar y de actuar del maestro en las aulas  y por ello considero que si no sabemos qué es la educación, tampoco sabremos qué somos nosotros mismos como maestros.
 Educar tiene una  pluralidad de sentidos, mismos que tienen que ver con la vida, con el pensamiento, con la cultura, con el quehacer y, finalmente, con el ser.
El verdadero maestro no busca la perfección en sus alumnos sino más bien que sean  ellos quienes reconozcan sus carencias para trabajar sobre estas áreas de oportunidad y poder encontrar la satisfacción de aprender por voluntad propia y descubrir la felicidad.
Según Fichte, la educación no debe limitarse a la transmisión de conocimientos, educar  es  un  arte  que consiste en que el hombre aprenda a asimilar los valores de su cultura y sea  capaz de comunicarlos. Arte que exige del hombre formación en la libertad y en la voluntad. Arte que despierta en el ser humano esa capacidad creadora  y generadora de un nuevo orden natural y social.
Mi postura es favor de la teoría que hemos revisado en este este primer módulo porque  ha despertado en mí el hambre de seguir aprendiendo y preparándome para los nuevos retos que tengo por delante; los maestros tenemos la tarea  de restaurar el tejido social  aunque es una tarea muy compleja, ardua y multidimensional que no podemos cambiar de la noche a la mañana; entonces  debemos  proyectar  a corto, mediano y largo plazo.
Depende de cada uno de nosotros, y no esta en cuanto aportamos  sino más bien del día a día al promover la justicia social, la equidad de género, la sustentabilidad, los derechos humanos, la integración social, el libre desarrollo y el empoderamiento de las personas, sin importar su origen, genero, edad, clase social, preferencia sexual, religión, situación económica o de salud.